Revise sus rellenos dentales.
Si tiene rellenos dentales, es importante revisarlos para detectar signos de desgaste o rotura, durante su rutina diaria de cuidado dental. Con el paso del tiempo, los bordes de sus rellenos se vuelven ásperos, y el material de relleno se puede debilitar o cuartear. Unos rellenos ásperos o débiles pueden dificultar la remoción de placa, ya que la placa se puede acumular en esas áreas.
Si usted ha desarrollado una caries que ya ha atravesado el esmalte dental creando un agujero en la superficie del diente, es probable que su odontólogo le recomiende un relleno. Cuando se coloca el relleno, el odontólogo remueve la caries del diente y la reemplaza con algo más, para restaurar la forma del diente. Los rellenos pueden estar fabricado con resinas del color de los dientes o pueden estar conformados por una combinación de materiales (amalgamas), que pueden incluir el mercurio. Aunque a algunas personas les preocupa que el mercurio les pueda causar enfermedades, los estudios han demostrado que los rellenos de amalgama son seguros para la mayoría de las personas. Si este tema le preocupa, hable con su dentista sobre las diferentes opciones de relleno que existen.
Si su caries es severa, su dentista probablemente le recomendará una corona, en vez de un relleno. Una corona es más grande que un relleno y cubre la parte superior del diente, una vez que la caries es removida. Las coronas están hechas normalmente de porcelana, oro o una combinación de porcelana y metal.
No importa el tipo de relleno o corona que usted tenga, asegúrese de seguir una rutina completa de cuidado bucal, cepillándose dos veces al día y utilizando el hilo dental diariamente, para remover la placa y prevenir la caries. Hay una variedad de productos diseñados para ayudarle a limpiar el área alrededor de trabajos dentales como los rellenos y las coronas. Sus rellenos y coronas no necesitan remplazarse, a menos que muestren signos de desgaste o de alguna manera se aflojen o presenten defectos.